7ª CLASE: CÓMO HABLAR EN PÚBLICO SIN MORIR EN EL INTENTO.

Pintura " El predicador"
 de Jaime R.Cantillo Pinzon.
Obtenida de su Catálogo online.

 La necesidad de reconocimiento social nos causa un miedo interno que reprime nuestra libertad desde dentro y nos hace suspender en presentaciones orales, speakings de inglés y reuniones con poco alcohol. Para ello, María Jesús nos da algunas soluciones que yo interpretaré aquí.👇

   👉1- Los demás no muerden. Y creo que no hay mejor sitio para aprender esto que una carrera de artes en Madrid. La tolerancia y la diferencia rebosan de las clases.

        2- Las carreras para Fast & Furious y los robots para Transformers. Si hablas demasiado rápido, no transmites ni conectas con el público, das una sensación robotizada, además de que puede ser difícil seguir lo que dices y entenderte debido a una peor vocalización.

        3- Cuida tus gestos. La posición corporal es fundamental, aunque he de reconocer que esto no me lo creí hasta que no leí La comunicación no verbal de Flora Davis y descubrí la cantidad de cosas que se pueden saber de una persona sólo observando (esto se ve también en series como Miénteme). El caso es...que tenemos que mantener una posición corporal neutral y relajada, con movimiento corporal para no parecer, de nuevo, robots.

        4- Estructura el discurso. Esto se confunde a menudo con aprenderse el discurso de memoria. No es cierto que debamos hacer esto, pero improvisar un discurso completo ajustándose al tiempo y respetando todos los puntos es muy difícil, y más si estamos empezando, por lo que sería adecuado tener un guión que incluya introducción, parte central y conclusión. Mientras lo estructuras, la información acaba quedándose en tu cabeza, y controlar bien el contenido va a ayudar a que parezcas más seguro y relajado, dando calidad a tu oratoria.

        5- La educación es lo primero. Preséntate, despídete y da las gracias (justo todo lo que no he hecho en este blog, pero lo resolveré, lo prometo😂).

      6- Añado una de cosecha propia: adáptate al público que tengas. Tú eres tú, pero tu discurso puede ser mucho más versátil de lo que parece. Puedes ser formal, informal, creativo o académico, mezclar ambas... las posibilidades son infinitas.

Pero...¿y si los nervios te juegan una mala pasada? Mi consejo como experta en nervios, momentos en blanco, cara roja y temblor de manos (por suerte nunca de piernas)... Vuelve siempre al paso 1. Un error no es tan importante, y en ocasiones hace que se sienta al orador más humano y conecte mejor con el público. Llevar un fallo con naturalidad y restarle importacia puede jugar a tu favor. Diviértete, actúa, lúcete, interpreta el papel de tu vida en esos 7 min y que se crean todos (hasta tú), que no estás nervios@. Luces, Cámara, Acción.

 Lo importante es que no importe.